Corazón

Nadie entiende a mi corazón, mucho menos yo. No habla español, no mastica el francés, no parlotea en inglés... si tan siquiera tratara de hablar italiano pues haría el esfuerzo de entenderlo un poco, y si se le ocurre algún otro idioma pues veo quien me traduce que para algo están los amigos multilingûes (y el san Google y la santa Wikipedia). ¡Pero es que no sé en que demonios me habla!

Hay días en que amanece de buen humor y todos son lindos y hermosos. Se tiñe de rosado, el mundo es película de Disney, y no voy a hablar de su visión del amor porque los empalago y sería repetirles los clichés de Hollywood.

Hay días en que amanece como que si le hubiera caído un rayo, le llovió y encima de todo se paró en popó... ese día es insoportable. Todo está mal, todo está horrible y los hombres son la peor desgracia en este planeta tierra. Las cosas cute se transforman en un gran chiste cínico del universo. En vez de dialogar, muerde.

Están también los días en que la melancolía lo ahoga completamente y se torna azul. Está de bajón... llora un poco, le pone play a los recuerdos y quema rolas.

Pero a pesar de que color sea pues por lo menos yo estoy tranquila porque sé en qué quedamos.

En cambios hay días, en que parece que es color con problema de identidad y en vez de ser bipolar ¡es multipolar! Cambia y cambia y cambia y no sabe en qué está ni qué quiere. Es aburrido estarse pelenado con él y que gire a diestra y siniestra haciendo lo que se le ronca en gana; que estamos tímidos, que hoy viene felizón, que quiero, que no quiero, que talvez sí, que no sé, que a ver que pasa... absolutamente TODO en menos de 4 horas. ¡Así no se vale! A mí las cosas claras, los objetivos directos, y flojito y cooperando. ¡Si está tan protegido nadie nunca va a querer entrar porque se va a poner peor que los aeropuertos de los gringos paranoicos!

Entiendo que mi corazón esté un poco tímido (hay que ser comprensivos), que no quiera abrirse de repente a quien caiga de paracaidista, pero si de todos duda, si a todos les encuentra pero, jamás va a llegar a nada con nadie. A este paso, nos aburriremos él y yo de pelearnos por lo que resta de nuestros días sin tener con quien más hacerlo.

Sin embargo, para terminarla de arruinar no juega limpio y hace trampa el condenado. De repente se pone a sentir cosas lindas por el primer pelón que se le atravesó enfrente... le arma historia, se ilusiona, le pone libreto, soundtrack y hasta se pone a pensar en las tomas para la historia perfecta cuando de la nada él solito se arrala y todo lo tira a la basura. Pero al rato, corre y va de vuelta con el mismo cuento, pero con diferente protagonista. A veces es el mismo chato pero con la trama en otra versión. Y esto confunde definitivamente. Uno que lo ve todo desde las orillas no sabe que pensar ni que decisiones tomar.

Asi que URGENTE necesito un traductor de corazones que me diga que tengo que hacer, o que está pasando, porfavor.