De príncipes y para siempres...

Todas crecimos con la idea que nos casaríamos con el príncipe azul y viviríamos felices para siempre; todos creemos que las amistades duran para siempre... partida de ilusos. No nos culpo francamente. Desde pequeños nos martillan un montón de ideales que nunca van a pasar. Y luego se pregunta la gente ¿porqué las personas están traumadas y porqué el mundo se está iyendo por el caño?

Tenemos conceptos distorsionados de la realidad, tanto como la que nos rodea como la que somos... y nada cuadra. Todo está torcido y armado para el lado que no es; es hasta que le encontramos el modo, torcemos un poquito el cuello y enfocamos bien que sabemos en donde es que estamos parados. ¿No creen que sería más fácil si ya lo supiéramos sin tanto rollo? Claro que nos perderíamos de todo el aprendizaje que esto conlleva pero no nos costaría tanto separarnos de las personas, ni aceptar a los hombres como son, por ejemplo.

Las amistades no duran para siempre... y la niña con la que jugabas en tercero primaria talvez sí o talvez no te siga hablando en quinto bachillerato; así como la niña que detestabas pueda ser tu mejor amiga de repente. Los hombres no son príncipes azules con castillo incorporado, una fortuna, el suegro perfecto, la madre que nunca aparece, el perro entrenado y la servidumbre lista y preparada. Los hombres pues son hombres tal como las mujeres somos mujeres. No todas cantamos como el ruiseñor con nuestros labios cual carmín ni tenemos el pelo dorado cual rayos de sol ni caminamos con la gracia del viento mismo... A veces el solo caminar es un dolor.

Simpática cómo funciona la vida... y no es precisamente como el relojito suizo que imaginamos. Pero al final del camino, uno se da cuenta que con todos los cambios de vía, los altos, sus cruces peligrosos y su camino resbaloso, vale la pena seguir andando por allí y viendo con que se topa uno. No se sabe cuando nos puede dar una sorpresa, o aparecerse un camino que no conocíamos. Todo es cuestión de torcer el cuello, apachar los ojos para enfocar bien y seguir caminando.

Corazón

Nadie entiende a mi corazón, mucho menos yo. No habla español, no mastica el francés, no parlotea en inglés... si tan siquiera tratara de hablar italiano pues haría el esfuerzo de entenderlo un poco, y si se le ocurre algún otro idioma pues veo quien me traduce que para algo están los amigos multilingûes (y el san Google y la santa Wikipedia). ¡Pero es que no sé en que demonios me habla!

Hay días en que amanece de buen humor y todos son lindos y hermosos. Se tiñe de rosado, el mundo es película de Disney, y no voy a hablar de su visión del amor porque los empalago y sería repetirles los clichés de Hollywood.

Hay días en que amanece como que si le hubiera caído un rayo, le llovió y encima de todo se paró en popó... ese día es insoportable. Todo está mal, todo está horrible y los hombres son la peor desgracia en este planeta tierra. Las cosas cute se transforman en un gran chiste cínico del universo. En vez de dialogar, muerde.

Están también los días en que la melancolía lo ahoga completamente y se torna azul. Está de bajón... llora un poco, le pone play a los recuerdos y quema rolas.

Pero a pesar de que color sea pues por lo menos yo estoy tranquila porque sé en qué quedamos.

En cambios hay días, en que parece que es color con problema de identidad y en vez de ser bipolar ¡es multipolar! Cambia y cambia y cambia y no sabe en qué está ni qué quiere. Es aburrido estarse pelenado con él y que gire a diestra y siniestra haciendo lo que se le ronca en gana; que estamos tímidos, que hoy viene felizón, que quiero, que no quiero, que talvez sí, que no sé, que a ver que pasa... absolutamente TODO en menos de 4 horas. ¡Así no se vale! A mí las cosas claras, los objetivos directos, y flojito y cooperando. ¡Si está tan protegido nadie nunca va a querer entrar porque se va a poner peor que los aeropuertos de los gringos paranoicos!

Entiendo que mi corazón esté un poco tímido (hay que ser comprensivos), que no quiera abrirse de repente a quien caiga de paracaidista, pero si de todos duda, si a todos les encuentra pero, jamás va a llegar a nada con nadie. A este paso, nos aburriremos él y yo de pelearnos por lo que resta de nuestros días sin tener con quien más hacerlo.

Sin embargo, para terminarla de arruinar no juega limpio y hace trampa el condenado. De repente se pone a sentir cosas lindas por el primer pelón que se le atravesó enfrente... le arma historia, se ilusiona, le pone libreto, soundtrack y hasta se pone a pensar en las tomas para la historia perfecta cuando de la nada él solito se arrala y todo lo tira a la basura. Pero al rato, corre y va de vuelta con el mismo cuento, pero con diferente protagonista. A veces es el mismo chato pero con la trama en otra versión. Y esto confunde definitivamente. Uno que lo ve todo desde las orillas no sabe que pensar ni que decisiones tomar.

Asi que URGENTE necesito un traductor de corazones que me diga que tengo que hacer, o que está pasando, porfavor.

Yo tuve un sueño

Hasta que me desperté y el sueño desapareció.
Puse mi cabeza en la almohada, tuve otro sueño... pero no me recordé de el.
Volví a dormirme, me desperté sin soñar. Pensé que nunca iba a alcanzar mi sueño.

Era momento de acción; ya no sólo soñar.
Era el momento de tomar las riendas de mi propio destino.
No sé en que momento pasó, no me di cuenta... mi sueño se iba a salir de mis manos para volverse nuestro sueño. Cantamos con una voz, hablamos un mismo idioma, buscamos el mismo fin, somos uno solo: un singular hecho plural.

Volteo a ver... miro a mi alrededor... somos muchos. Todos tenemos el mismo sueño. No es el mío, no, el mío no era así. Nunca lo creí posible... no tanto... no fui tan ambiciosa... mi imaginación no llegó tan lejos. No se atrevía a cruzar esas fronteras; pero nosotros lo hicimos por ella y le dimos el empujón.
Gracias por atreverse a volar.

Discúlpame y gracias...

Quiero disculparme contigo.
Disculpame por haberme ido tan de boca... haberme enamorado tan fuerte como lo hice. Tuviste que ver bastante en el principio, no te hagás el inocente tampoco, pero admito que debí haberlo controlado un poco. Quisimos jugar al amor pero tú tenías tus reglas, yo las mías, mi corazón otras y el destino otras. Admito que no debí tomarme tantas cosas tan a pecho y sacar las situaciones de proporción. Mi corazón inexperimentado no supo como reaccionar; le dieron un bombón y pensó que era dueño de la dulcería. Sí, no debiste de haberlo tentado así como lo hiciste... poco experimentado corazón o no estuvo malo. De todos modos, nada compaginó al final... fue lo mejor.

También disculpame por el daño que te pude causar cuando estaba enojada contigo... quería destrozarte porque no podía tenerte. ¡Qué infantil! Traté por todos los medios hacerte odioso ante mis ojos pero nunca pude; esa frustración la traslucía haciéndote sentir mal (o tratando). Yo no soy así. No quería comportarme como soy realmente porque a ti siempre te di un trato especial. No lo podía evitar; me lo inspirabas... siempre me sacabas mi mejor lado... y también me sacaste el peor. Pudiste en algún punto haberme tratado quizás un poco mal, con indiferencia o con descuido; y mi perspectiva, que estaba un poco alterada, lo tomó como una afrenta personal. ¡Cuánta tontería!

Y también quería agradecerte porque en su momento... fuiste lo máximo. Me diste un poco de eso que no tenía y compartiste conmigo tu vida. Gracias por esos regalos y por tantas cosas que compartimos juntos.

Vaya si las relaciones humanas son complicadas... no venimos con manuales de cómo tratarnos o "qué hacer en caso de" (creo que de todas formas nadie los leería). Todos reaccionamos tan diferente ante todo, venimos con bagaje emocional, somos impredecibles en algunos aspectos y tan caprichosos... pero todos mejoramos poco a poco. Para ser viejos y sabios primero tenemos que ser jóvenes y estúpidos.

Guerra

Todo esto de "reformarse" parece llevar muchas pequeñas batallas. Yo pensé que ya iba a mejorar todo, después de las últimas batallas, pero parece que va a ir de mal en peor poco a poco hasta que finalmente me ajuste completamente. No me agrada el prospecto.

Nunca he sido una de esas personas que se ajustan a los grupos, que tiene una tarjeta marcada que dice quién soy, qué hago y cómo me comporto. Jamás me ha molestado. Tampoco voy a ganar un concurso de popularidad, ni siquiera en mi propia familia, pero nunca he aspirado a hacerlo. Para mí no hay ningún problema si aquellas personas que quiero me quieren. No dudo que lo hagan pero a veces el mundo se pone en mi contra cuando yo estoy haciendo las paces con él. Cuando decido portarme "bien" y tener caridad y todas esas virtudes, la montaña crece el triple y las fuerzas se me desvanecen...

Me cuesta mucho compaginar quién soy con quién quiero ser y con quién pretenden que sea. Todo el tiempo son peleas por modificar actitudes; siempre hay algo malo, algo que corregir, algún regaño... y esto no es sólo del mundo exterior: yo lo hago conmigo misma. Me regaño por no comportarme como quisiera; por no ser quien quisiera ser; y por tener tanto miedo a arriesgarme a hacerlo. Me siento muy bipolar...

Tengo amistades que me quieren, pasatiempos, estudios y pasiones. Pero al final del día soy una dork, una freak, una loser y una loca rara para estándares aburridos comunes.
Me gusta salir a divertirme pero me gusta quedarme en mi casa de vez en cuando con Isolda (mi amiga la computadora; hasta nombre tiene). A veces simplemente no me interesa escuchar las mismas pláticas estúpidas con gente que ni siquiera conozco. No tengo dificultades para hacer amigos y pasarmela bien a dónde vaya, pero hay días en que no quiero, simplemente porque hay un algo que me gustó más.
Me gustan los libros y puedo embeberme en ellos por horas eternas... con ellos visito países, conozco gente fascinante, aprendo miles, soy la princesa del cuento rescatada por el príncipe azul (que en vida real está extinto). Lloro, río, me enamoro y me indigno... es un huracán de emociones comprimidos en conjuntos de curvas y líneas impresas (o que veo en la pantalla). Me fascina escribir también... tener ese poder de decidir que va a pasar y moldear acciones, sentimientos y personajes. Explorar nuevos mundos con gente nueva y dejar que ellos me ayuden a escribir sus futuros.
Las caricaturas me vuelven loca y amo los episodios de anime que me convierten mágicamente otra vez en la niña que creía que se podía subir a las nubes a dormir o jugar con las estrellas a las escondidas.
Actuar es mi pasión entera porque con el personaje hago de él todo lo que esa persona es, quiso ser y será. Juego con él y no me lo tomo nunca totalmente en serio; lo voy conociendo poco a poco y dejo que se muestre lentamente...
Mi otro amor es pintar... pero como una expresión. No como decoración de "qué lindo cuadro" si no de aquellos que impactan y hacen pensar. No soy pintora; soy artista y busco expresarme y sacar mis sentimientos. No agradar a la audiencia. Así soy real.
Me fascina vivir e involucrarme con el mundo entera. Pero para hacer eso no necesariamente necesito de compañía de otros seres humanos... en meditaciones, escuchando música, en paseos solitarios o nadando estoy en paz; me siento armónica sin tener que pelear con nadie. Simplemente soy.

Entiendo que no es factible creer que uno siempre va a estar en mundos ajenos al real y que no siempre se puede estar en armonía. Entiendo que toda la vida van a haber clientes, trabajo, cosas que odiamos, obligaciones... lo sé. Tomaré una actitud infantil ante ellos a veces pero todavía me aferro a la creencia de ideales, de ganarme el pan de cada día con un trabajo que ame completamente; tanto, que lidiar con clientes y todos los problemas que eso acarrea sean nimiedades. Me aferro a ver en todo algo bueno, a creer en la luz al final del camino rocoso, a tomarme las cosas un poco más ligero de cómo vienen... y me aferro porque sé que tiene algo de cierto.

Dios.

No soy dada a hablar de Dios abiertamente... más que todo porque es un tema en el cual, no sólo me siento incómoda, si no confundida, atacada y sin qué decir.

Si hace unos meses hubiera escrito una entrada sobre este tema probablemente hubiera sido completamente atea, mas bien, agnóstica: una sarta de barrabasadas, groserías y blasfemias. Me da mucha pena decirlo pero es cierto. Todo era una rabieta de niña... el querer que la Autoridad Última no exista para no tener que responsabilizarte de nada, ni rendir cuentas de tus acciones. La rebeldía interna por no seguir la corriente y hacer lo que se me da la gana con esa mentada libertad que todo el mundo busca pero nadie sabe particularmente para que sirve en serio. Es, usualmente, un libertinaje vestido de moral y ética.
Terminó.

No voy a pretender tampoco que tengo una nueva vida gracias a revelación divina; que voy todos los domingos a la iglesia, que me confieso cada quince días, que leo la Biblia a diario, que tengo un grupo de religión, que vivo libre de todo pecado, y que los infieles se van a ir al infierno. No, no.

He llegado a comprender, pero todavía estoy y estaré siempre en proceso, que la religión y la relación personal con nuestro Creador es personal para cada quién. Tan personal que está exentá de preconcepciones y reglas implementadas. Es un aprendizaje continuo y no se puede pretender que a primera instancia todo va a salir bien. También aprendí que no se puede forzar por ningún medio pero para acercarse a ella hay que hacerlo de tres formas: racional, emocional y espiritual. De esta forma lo hacemos de forma integral y todo tiene sentido.

Eso sí, me encuentro con sentimientos encontrados ante muchas situaciones que se me presentan. Pero, me es más fácil enfrentarme a lo que venga.

Dios ha sido maravilloso conmigo. Me ha cuidado desde muy pequeña y me di cuenta que a pesar de haberme peleado con Él, de haberlo negado y haber querido irme lo más lejos posible, regrese a Su puerta con la cola entre las patas y triste. La única forma de conocer la felicidad es sabiendo qué es la tristeza. A pesar de todo lo que pude haber dicho en Su contra y todas las tontadas que pude haber cometido siempre me cuidó. El orgullo me estaba cegando ante todas las felicidades de la vida, había perdido la armonía interna y mi dirección... pero al darme cuenta de todo ello y simplemente dejarme caer ante Su voluntad y decir "lo dejo todo en Tus manos, que sea como Tú quieres" las cosas parecieron empezar a caer en su lugar. No miento! Todo empezó a mejorar... y eso que seguía con los mismos problemas...

En mi sinfonía me hacía falta la nota más importante... la pieza que une todo... me siento de vuelta en mi hogar.

Punto de transición.

Momento de cambiar y dejar todo atrás. Me toca madurar y aceptar pérdidas...
Hay que aceptar que cometí errores, que no siempre tengo la razón y que a veces digo cosas que no siento, que no quisiera... que me comporto como no debo con quien no debo y cuando no debo... es momento de admitir que no siempre me "pela".

Quiero poder verme en el espejo y saber quien es esa persona que me mira con ojos de cachorro perdido. Quiero poder decir "eso quiero" sin titubear y que cuando tome una decisión la tome en serio y porque quiero tomarla. Quiero saber que es lo que quiero de la vida y de las personas y exigirlo sin miedo. Quiero caer en una cama de estrellas. Quiero recuperar la paz y la tranquilidad... pero recuperarla en serio y que no sea algo efímero. Quiero aprender a dejar ir lo que tiene que irse... para poder recibir con brazos abiertos, sin temores ni lágrimas, lo que se acerca.

"(What's So Funny 'Bout) Peace Love And Understanding"
(Letra David Bowie... Artista: A Perfect Circle)

As I walk on through this wicked world,
Searching for light in the darkness of insanity,
I ask myself, Is all hope lost?
Is there only pain, and hatred, and misery?

And each time I feel like this inside,
There's one thing I wanna know,
What's so funny 'bout peace, love, and understanding?,
What's so funny 'bout peace, love, and understanding?

And as I walked on through troubled times,
My spirit gets so downhearted sometimes,
So where are the strong?,
And who are the trusted?,
And where is the harmony?,
Sweet harmony

'Cause each time I feel it slipping away, just makes me wanna cry,
What's so funny 'bout peace, love, and understanding?,
What's so funny 'bout peace, love, and understanding?

So where are the strong?,
And who are the trusted?,
And where is the harmony?,
Sweet harmony

'Cause each time I feel it slipping away, just makes me wanna cry,
What's so funny 'bout peace, love, and understanding?,
What's so funny 'bout peace, love, and understanding?,
What's so funny 'bout peace, love, and understanding?

Enloquecidos

"Yo no soy equilibrado ni tranquilo; llevo una vida enloquecida." Joaquín Sabina.

Una de las mejores frases que he escuchado decir a uno de mis mejores amigos. Me identifico personalmente. Tiene toda la razón. ¡Qué vivan los locos que somos pocos! Que aburrido sería llevar una d esas vidas normales y ser como todos los demás. Hacer exactamente lo mismo, pensar parecido, no tener gustos ni personalidad. Pero aún mas triste es creer que se es diferente cuando verdaderamente no se es. (Advierto que voy a empezar a filosofar) No sé porqué pero ahora cada vez que conozco a alguien me dicen de entradita “soy diferente”. Ya, allí, ya sé que no lo es; por el contrario… es raro encontrar a alguien que te diga “no soy diferente”. Las personas que claman y que pregonan ser diferentes en realidad no lo son porque no saben el peso que significa serlo verdaderamente. Esa gente pone una gran fachada donde se fuerzan a buscarse algo especial o se lo inventan. Luego de montar esta fachada llegan al punto crítico en donde están en esa fina línea entre ser verdaderamente diferente y ser “diferente” cómodo. No la cruzan. Y los que están del otro lado usualmente no cruzan de vuelta a pesar de saber que ser diferente no es fácil. Ni modo… pensar, sentir, vivir, soñar, relacionarse con el medio d otro modo lleva a sentimientos d intranquilidad e inseguridad aunque también puede llevar a una gran felicidad (q es lo mejor). Para el resto de las personas es más fácil porque si ya no saben que hacer, miran a la derecha o a la izquierda y siguen al que está a la par. No tienen que tomar decisiones. Pero para los diferentes es más difícil porque les cuesta encontrar personas con quien platicar abiertamente sin que piensen algo malo de uno; cuesta encontrar a alguien con quien tener una conversación intelectual y cultural. O alguien que no tenga miedo d expresarse libremente ante cualquier tema. Y lo más raro, gente con la mente abierta, pero no tan abierta q ya se les haya caído los sesos, que de esos también abundan.

"Ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás." Ernesto Sabato.

En este mundo donde el individualismo se ha vuelto algo general porque todo mundo lo desea y lo añora, se busca ser original x todos los medios. Es lógico ya que el trabajo (sobre todo en el medio artístico y el de diseño) requiere gente diferente que sea original para poder aportar nuevas ideas y las personas no quieren ser desempleados. Tristemente este individualismo ha llegado a tal punto que se ha dejado de lado temas tan importantes como es la solidaridad, el apoyo, el trabajo en equipo, el poder simpatizar, la compresión y los valores.

Aclaro, a veces diferente lleva a la concepción d rechazado, loser, demente, loco, raro o freak y esto se ve acompañado por pensamientos que este tipo de personas están tocadas y son depresivos, maniáticos o que padecen de males. No siempre es así. En este mundo donde el modus vivendi es estrés y preocupación generalizada, envidiar y exagerar todo viéndole lo negativo, encontrar a alguien que es feliz con lo que tiene, con como es, que lucha por salir adelante con una sonrisa y es positivo es alguien “raro” y se le trata d contagiar de ese germen de tristeza y pesimismo. La única medicina efectiva es no hacer caso y no dejarse influenciar.

Tirasoga

Ya sé cómo funciona todo; ya sé que va a pasar.
Un par de bailes inocentes, gritos detrás de canciones conocidas, unas vueltas para despeinarse, tragos con pequeñas burbujitas, dolor de pies: en resumen, una clásica noche.
Después es cuando ya se pone interesante la situación y las reglas del juego cambian. No hay que tentar al diablo si no vas a seguir y terminar lo que empezaste. Unas pláticas normales pero jugando con fuego. Empieza una conversación de las que ya he escuchado en mil versiones diferentes: que las mujeres, que me hicieron daño, que no puedo creer en nadie, que sería capaz de enamorarme de ti, que quiero darte un beso, que honestamente no soy diferente, que soy manipulador, que me fascinas, que quiero darte ese beso. Es un jala y empuja a ver quien cae primero y a ver quien es mejor estratega.
No me molesta el juego; por el contrario, me entretiene de sobremanera. Me entretiene sobretodo porque ya sé a dónde te diriges, ya sé que quieres con tus atenciones y tu caballerosidad... puedo ver tus intenciones y ya sé como te voy a manejar. Te digo que tengo frío. Ya sé hacia donde te diriges y ya sé como pretendes modificar mis planes. Me respondes que en tu carro hay calefacción, y me pasas tu saco. Iluso, no sabes con quien estás metiéndote... con cuidado, te vas a quemar. No vayas a reclamar que no te lo dije.
Después de la sarta de promesas de "no va a pasar nada que no querrás que pase", "yo no soy de esos", "te respeto" decido que es momento de llevar el juego al siguiente nivel... de llevar esta guerra de poder a un terreno digno de mi.
Finalmente llegamos a dónde querías. Crees que en tu terreno estaré desvalida y que ya no podré resistirme a tus encantos. Cuán equivocado estás. Siempre es lo mismo... parece que no cambia la rutina... "No va a pasar nada que no querrás que pase" se convierte de repente en un insistente "que mejor pase". Cuando me niego, me acusas de fría porque ya no sabes que hacer. Te dije que tuvieras cuidado y preferiría si dejaras de hablar tanto. Te ríes, ya no sabes que más hacer; ya es momento de regresar. Me pides mi numero... todavía no sé porqué.
Te despides... te veo irte... con tu lado de la soga caída y derrotado.

Aqua

Estoy tratando de atrapar gotas de agua. Las veo escurrir por mis manos... una a una caen suavemente... no puedo parar su trayectoria. Parece ser cosa del destino que no me pueda quedar con una; que no la pueda mimar, cuidar y guardarla para mí y que sea solo mía. Son tan hermosas... brillan como perlas traslúcidas... momentos efímeros congelados en absoluta perfección. Un pequeño tesoro de energía vital que hace que todo alrededor se alimente. Pero mientras mi garganta ansía sentir parte de ese líquido vital, parece que me es denegado.

Uno de esos días

Iba a ser una entrada de esas reflexivas... Iba a ser filósofica...
Pero soy una persona que se cansa de tanta seriedad y de leer tristezas... así que que mejor que leer del clima.

Hoy fue uno de esos días raros en el que inició bello, azul y cálido sin ser sofocante. Progresó lentamente llegando a ser un poco caluroso. De repente de la nada empezó a llover, de forma torrencial... No me quería mojar porque no quería enfermar así que tuve que esperar a que pasara la tormenta. (No, esta no es una entrada para sólo ocupar espacio). De repente, vuelta otra vez el sol precioso, con unas cuantas nubes amenazadoras. Después de almuerzo, y con el sol brillando fuerte, volvió a empezar a llover. Inició con un trueno estrepitoso que nos asustó a todos. Nada agradable y bastante ensordecedor. Siguió el día con mucha lluvia y el frío levantándose. La luz eléctrica misma dudaba si reaparecer. Finalmente llegué a mi casa entre un atardecer hermosísimo que culminó con un arcoiris completo en el cielo bañado de azules, amarillos y blancos y enmarcado por la naturaleza. No podía quedarme sin ser parte de todo ese esplendor, encerrada en mi casa perdiéndome toda esa belleza; salí huyendo para poder compartir ese momento y lo disfruté. Bañada en luz multicolor, respirando aire puro. Un final completamente dramático para un día tan fenomenal con tantas subidas y bajadas... la cúspide perfecta antes que llegara la noche.

Disco Rayado

"La hiedra que se alimenta de las rosas continua creciendo si no se arranca de raíz"... así me dijo una amiga muy cercana a mí hace unos días. Mujer sabia. Debería de hacerle caso más seguido...

¿Cuál es la gana de estar allí sufriendo día tras día? ¿Cuál es la gana de mantener una relación tóxica y torcida que no nos lleva a ningún lado? ¿Porqué necesita mantenerme allí si lo único que hace es hacerme daño? ¿Porqué las personas decentes que creemos en los demás no nos relacionamos con otras personas decentes que podrán creer en nosotros e impulsarnos a mejorar? ¿Porqué! El maldito Karma no es lo suficientemente rápido ni lo suficientemente certero para mi gusto. Y quisiera saber de una vez por todas ¿por qué insisto en el tema! Una y otra vez, una y otra vez... como que fuera un pozo sin fondo o un disco rayado que toca la misma melodía.

Parece que no importa que fue hace un año, que ya paso mucho tiempo, que me miro diferente, que he crecido (no, centímetros ni uno sólo), que el clima cambia y el planeta se jode cada día más. Parece que simplemente no importa porque yo siento que todo fue ayer. Y cada noche parece que tuviera un botoncito de rewind y play en mi mente para ver y escuchar una y otra vez "Todo lo que fue y pudo haber sido". No es un mal título para un blockbuster, la verdad. Debería de escribir el guión y talvez sacaría algo útil de todo esto. Típico mío: verlo el lado positivo y productivo a cualquier situación. Pues hay un punto en la vida de toda persona proactiva en que dices: "¡Basta!". Ya no quiero ser positiva, ya no quiero sacarle utilidad... quiero sacarlo COMPLETAMENTE. Que deje de invadir mi vida día a día con su imagen y sus recuerdos (que en su mayoría no son precisamente momentos Kodak); que deje de intoxicarme con sus pensamientos sin sentido; y que deje de una vez por todas de incitarme a pensar que en algún punto de su triste existencia va a ver la luz al final del camino, que soy yo sosteniéndole una linterna sin importar cuántas veces me ha pateado. Sí, todo estoy parece un disco rayado: cansado de tanto tocar pero que allí sigue fiel.

Sigo sin entender mi naturaleza... en serio que no me comprendo. ¿Cómo puede ser posible que después de que me hayan probado lo contrario, con una avalancha de evidencia, siga yo creyendo que la gente puede cambiar? Me deberían de coronar la Guardiana de la Esperanza... creo que no es así, que no es malo, que de verdad me quiere o me quiso o podría llegar a hacerlo... ¿porqué mendigo amor cuándo me debería caer a borbotones (y eso no es solo mi alto autoestima hablando)? Clásico: se porta malo "ay pobrecito, tiene problemas"; se porta lindo "es lo máximo, siempre es así; ya lo sabía yo". ¿Cuál es la gana de estarle inventando excusas (que yo sé que son mentiras); dedicándole palabras (aunque sean feas); escribiendo canciones... si el veneno sigue allí metido? ¿Y porqué demonios insisto en invitarlo a salir con MIS amigos, a MIS lugares que a MI me gustan?

Ese triste disco cansado de tanto tocar, rayado en las partes más feas de todo y que mezcla lo bueno y lo malo... ese disco... a ese disco lo voy a quebrar a la mitad y lo voy a tirar al cubo de la basura.Tengo que hacerlo si quiero recuperar mi paz... ahora la cuestión está en cómo y en cuándo...

Seguramente... esta historia continuará...

Cambios Cortos

Me desperté y decidí: momento de un cambio.

Veía poco a poco como caían viejos recuerdos, viejos sentimientos, memorias que ya estaban quemadas, arruinadas, teñidas y manchadas... y me decía: "no le temas al cambio, no le temas". Cada vez que veía caer otro poco más, pensaba cuántos recuerdos tenía allí aferrados que no me dejaban avanzar. Iban a ser tirados, de forma inceremoniosa, a la basura... a donde pertenecían porque de tanto uso ya estaban demasiado gastados.

Nunca en mi vida había querido hacer este cambio tan drástico... nunca había querido lanzarme tan a la deriva y ver que pasaba. Parte de la vida es hacer decisiones temerarias, sin pensar tanto en lo que va a pasar después. Al fin y al cabo, todo (excepto la muerte) tiene arreglo en esta vida.

Me preguntaron: "¿Está segura?"... y mi respuesta fue un firme "Sí" a lo que me comentaron "¡Qué decidida!". Una mi muy queridísima amiga me dijo: "Ya era hora". No podía tener más razón. Era hora de formar recuerdos nuevos... buscar algo nuevo y dejar que eso creciera, cuidarlo, mimarlo, cambiarlo de vez en cuando y tratarlo como debía.

Muchas personas no se acostumbran todavía a este cambio. Fue todo un shock; pero era momento de una renovación del alma.

¡Increíble todo lo que hay detrás de un corte de pelo de por lo menos 40 centímetros!

Belleza e Intelecto

"But beauty, real beauty, ends where an intellectual expression begins. Intellect is in itself a mode of exaggeration, and destroys the harmony of any face. " ("The Picture of Dorian Gray" Oscar Wilde)

La belleza termina donde inicia el intelecto... en resumen eso es lo que dice... eso es lo que implica. ¡Qué triste suena! ¡Qué injusto es! La frase la dice un personaje cínico, a mí parecer, y que solo busca disfrutar a costa de otros. Pero no deja de ser una frase en la cual uno se queda pensando. Esa frase implica que cualquier cosa que sea verdaderamente bella no puede ser inteligente... o se refiere a que lo verdaderamente bello no puede ser comprendido por el intelecto. Cuando empecé a escribir sobre este tema pensé que mi discurso iba a ser enteramente una crítica hacia la frase en el primer sentido... pero al repetirla varias veces empieza a tomar otro sentido... uno aún más profundo. Lo que realmente deshace mi segunda teoría es que la frase se refiere a una cara, a una persona... y habla sobre una expresión intelectual no inteligencia.

¡Como se puede girar tantas veces entorno a dos frases...! No nos damos cuenta del poder de las palabras ni de su influencia. Pero eso es harina de otro costal, harina que hornearé en otro momento.

Por el momento sigo intrigada... El intelecto es una exageración, dice la frase. Una exageración, un esfuerzo sobrehumano alejado de la naturaleza humana. Pero si el hombre es un ser racional... como puede estar alejado de su naturaleza. El intelecto debe entonces ser parte de ella.

Divago...

Puede ser que la frase no sea tan profunda como se quiere pensar y simplemente atañe a las caras que las personas hacen cuando piensan. No son precisamente favorecedoras porque ya sea fruncen el ceño, encogen los ojos o ponen una cara extraña. Las caras se ven mejor relajadas; allí están en su belleza plena.

Interesante como dos frases me han puesto a pensar sobre tantas cosas... a la vez... tan diferentes... y tan inconexas... será tema para seguir reflexionando y para tocarlo de nuevo.

El pedazo de cartón

Finalmente les llegó el momento... Es una acumulación de desvelos, tristezas, frustraciones, alegrías, parrandas y aprendizajes. Ese momento crucial en sus vidas que marca el final de una etapa de veintitantos años. Hay que despertarse temprano, emperifollarse y como dirían algunos ponerse decente; toda la parafernalia que conlleva la celebración.

Me da risa pensar que han pasado 5 años (algunos más o menos) atendiendo a la misma universidad 5 veces por semana (a veces menos, gracias por eso) por muchas horas seguidas y la gran mayoría de veces en fachas, despeinados y desvelados. Y no era sólo a estudiar; también era a pelearse con la facultad o con un compañero que no trabajaba; a quejarse de los catedráticos, de las tareas, de los compañeros; a reírse un rato a costa de alguien o a costa de nadie; a entregar tareas, asignarse cursos... en resumen, a hacer de todo y muchas veces lo menos era poner atención.

El diploma que se les da a cada estudiante es exactamente el mismo. Varía por su carrera y algunos que les dan palabras extrañas en latín que alguien decidió adjudicarles que eran honores. Se pueden ver sus caras satisfechas: de felicidad, de alivio, de orgullo. Y uno se pregunta que historias hubieron debajo de la obtención de ese diploma, de ese mentado licenciado, arquitecto, ingeniero, etcétera. Que estudiante de entre esos fue el que llevo a sus espaldas a alguien más; que estudiante de esos fue el rebelde, el loco, alguno de los clásicos estereotipos; que estudiante de allí será el que va a dejar su huella en el mundo; que estudiante de esos no va a hacer nada de su vida... Sería interesante poder verlos de aquí a unos 10 años y saber que ha sido de su vida, pero realmente saberlo. No medirlo con el cheque, el carro, la casa, el cónyuge, el puesto si no realmente con la evolución de sus mentes y de su espíritu.

Un estudiante dijo "seremos los gestores del cambio"... y yo digo: "¡qué se mire!". Espero que realmente se lo tomen a pecho y que sean gestores de un cambio positivo para mejorar. Que sean de aquellos locos que se atreven a cambiar el mundo y sin temor. Ya los educaron, ya los guiaron, ya tienen su pedazo de cartón que le dicen diploma, ya tuvieron su celebración... ¿y ahora... qué?

¿Trato?

He tratado por todos los medios de deshacerme de su sombra. He tratado de escribir canciones: todas sin música, al ritmo de mis lágrimas o de mis latidos. He tratado de sumergirme en ese maravilloso mundo de los libros… pero cada héroe se le compara y cada historia de amor, porque todos los libros las tienen, me parece un sueño inalcanzable. He tratado de meterme en mi propia cabeza, en mis propios mundos inventados… pero siempre está allí, teniendo alguna discusión conmigo o apareciéndose como duende, como el hechicero maligno o el príncipe encantador.

Lo he vestido de cuantos disfraces él tuvo conmigo y trato de hacerlo desagradable pero él gana la batalla. Allí es cuando digo: “estoy en problemas”. Si el él creado por mí misma me gana la batalla, es obvio que el él real me va a dejar sin mucho que decir.

Trato… trato… y es cuando me pregunto si realmente estoy tratando con el ahínco suficiente.